Aquí te ofrezco diez secretos para que transformes tu hogar con menos dinero:
1. Ten un plan: Yo soy fanática de escribir listas para todo: proyectos, prioridades, materiales, costos, etcétera. Las listas me ayudan a ser eficiente con el tiempo y a mantener mi presupuesto para lograr lo que deseo. Y además de ayudarme a organizarme y ahorrarme dinero, me encaminan a realizar un buen trabajo. El plan es usar estas listas como un resumen visual del proyecto que te propones hacer en tu hogar.
2. Simplifica: Tener una casa como si fuera de revista no es difícil. La clave está en mantener las cosas sencillas. Recuerda que, muchas veces, menos es más.
3. No te olvides del presupuesto: Como en otras cosas en la vida, tu presupuesto dictará qué puedes y qué no puedes hacer. En la decoración de un hogar es fácil llegar a gastar mucho dinero si te dejas llevar por cada antojito que se presenta en las tiendas. Lo ideal es que hagas un presupuesto primero y salgas a comprar después. No lo contrario.
4. Considera tus opciones: Antes de volverte loca gastando, piensa en algunas opciones económicas para decorar. ¿Se puede limitar tu inversión a una capa fresca de pintura? ¿Podrías coser tú tus propias cortinas y cojines? ¿Debes considerar arreglar algunos muebles viejos, o simplemente cambiarlos de lugar en la habitación donde se encuentran? Hazte estas preguntas y no te sorprendas si en las repuestas está el secreto de redecorar sin gastar en exceso.
5. “Sal de compras” en tu propio hogar: Estamos tan acostumbrados a ver las diferentes habitaciones en el mismo orden todos los días, que fallamos en descubrir pequeños tesoros que bien podrían ser piezas de enfoque en otro lugar. A veces esa pieza que tanto ansías exhibir en un espacio de tu casa, se encuentra en la habitación de al lado. Por eso, no tengas miedo de mover tus muebles de un cuarto a otro para cambiar el look que te ha llegado a aburrir tanto con el tiempo. Haz esto también con los accesorios, con las lámparas, ¡y hasta con las cortinas!
6. Ve a un mercado de pulgas: No dudes en visitar un mercado de pulgas, en heredar piezas que fueron de tus suegros o comprar en una tienda de artículos de segunda mano. De hecho, una buena forma de empezar a controlar tu presupuesto es explorando si en tu plan hay espacio para alguno de esos artículos que otra persona ya no valora.
7. Hazlo tú: El mejor consejo que te puedo dar para ahorrar dinero al decorar es que tú misma hagas las tareas. Si no tienes que contratar ayuda de afuera, el costo final del proyecto será mucho más barato. Además, sentirás una gran satisfacción cuando te des cuenta de lo que eres capaz de hacer. Desde cada brochazo de pintura hasta la instalación final de los diferentes elementos, tu propio trabajo será una inversión personal de tus talentos en tu hogar.
8. Busca ayuda: A pesar de mi consejo anterior en el que te motivo a que te aventures a hacer algunos de los proyectos tú misma, en ocasiones pagarle a alguien te puede ahorrar mucho más. Si la labor es monumental o simplemente es algo que no te sientes capaz de hacer, no dudes en buscar esa ayuda. De hecho, algo tan sencillo, como cambiar de lugar tus muebles o pintar una pared, puede convertirse en un rato divertido cuando se comparte la labor. Y si la ayuda viene gratis, mejor. ¡Quizás tu abuelita cose y le encantaría ayudarte! Entonces reconoce cuándo te conviene buscar ayuda. No hay nada peor que un proyecto que lleva una eternidad sin terminar porque era demasiado difícil para ti.
9. Ignora lo obvio: Ya mencioné que en el diseño de tu hogar, para darle ese look de diseñador sin romper la alcancía, es bueno mirar dentro de la casa misma para encontrar lo que necesitas. Al hacerlo, abre tu mente cuando mires la utilidad de las diferentes piezas e ignora lo obvio. Lo que siempre se usó como mesa para el comedor puede convertirse fácilmente en un escritorio en el estudio. De la misma manera, el viejo gavetero en el cuarto de huéspedes se puede disfrazar con una brillante capa de pintura, o bajo un tope de mármol, para crear un área de trabajo en la cocina. Aprecia cada pieza por su potencial en vez de por los límites que ya conoces. Puedes usar el dinero que te ahorrarás para otra cosa.
10. Invierte en lo mejor que tu dinero pueda comprar: En algún momento, puede que necesites comprar piezas centrales que quizás estén fuera de tu presupuesto. Por eso, trata de mantener siempre algunos ahorros para estos casos. Esas piezas y ciertos cambios en tu hogar pueden llegar a ser el principal centro de atención, y a la larga merecen una buena inversión. Así que, ya sea un nuevo sofá, una cama o un juego de mesa y sillas para el comedor, si está dentro de tu presupuesto hacerlo, invierte en lo mejor que puedas comprar con tu dinero. Es mejor comprar piezas de calidad que duren mucho tiempo. A largo plazo, te saldrá más económico.
Vía. http://casa.univision.com