Por mucho que te gusten tus muebles, no es extrañar que con el paso de los años hayas empezado a cansarte ya del monótono aspecto que tienen tus estancias.
Si te gustaría renovar el aspecto de algunos de ellos sin gastarte demasiado dinero en el intento toma nota de las siguientes técnicas… ¡Y transforma por completo su imagen!
– Pintura: Puedes hacerlo con el objetivo de dejarlo como si fuera nuevo o para dar un toque retro-chic a las estancias. En el primer caso bastará con pintarlas del color que gustes y darle un toque de barniz, pero en caso de que quieras que tus muebles adquieran ese toque vintage deberás trabajar mucho la técnica del decapado sobre los mismos.
La pintura puede dar mucho juego, desde contrastar colores entre interior y exterior de los muebles hasta ser creativo dibujando sobre la superficie con los motivos que más nos gusten.
– Tapizado: Los textiles son siempre una gran opción para renovar el aspecto de algunos muebles como los sofás, los sillones o las sillas pero también de otras superficies lisas como las puertas de los armarios o las bases superiores de los baúles planos.
– Papel pintado: Es un recurso genial para cambiar la base o el fondo de los muebles. Esto quiere decir que podrás utilizar el papel decorativo sobre superficies lisas de base como puertas de armario, cabeceros de cama o en el frontal de los cajones pero también sobre el fondo de algunos muebles como la trasera o los laterales interiores de las estanterías.
Evidentemente el uso de alguna de estas técnicas no descarta que puedas utilizar las otras, y es que de hecho en la mayoría de ocasiones no solamente son compatibles sino que además es recomendable combinarlas (por ejemplo cambiar el color de base y forrar el fondo de los muebles con papel pintado).
Otra buena idea acerca de las combinaciones es jugar sobre la superficie (de estanterías, somieres, etc.) con tapizados o papeles de distintos colores o motivos con el fin de dar un toque de originalidad a los muebles.
