Así como en el salón o en las habitaciones siempre intentamos decorar y redecorar para acoplar nuestros gustos en cada época, las cocinas no pasan de un cambio de empuñaduras, de grifería o de reloj.
Debemos atrevernos a restaurar aquellos elementos que queden desgastados por el uso e incluso a innovar en los detalles que se nos ocurran.
1. Lo primero son las paredes. Una nueva apariencia para las paredes de nuestra cocina puede cambiar por completo la percepción que ofrece esta estancia. Aunque no ganemos espacio físico, sustituir los azulejos blancos de toda la vida por gresites, placas de pladur, empapelar o incluso utilizar cristal templado, ofrece un gran abanico para mejorar su aspecto.
Los materiales actuales disponen de mejores capacidades de limpieza, mayor reflexión de la luz y menos desgaste por lo que ampliaremos la iluminación y modernizaremos nuestra cocina.
2. Una vez renovadas las paredes, si nuestro bolsillo no nos permite renovar los armarios y los muebles, siempre podremos reutilizarlos cambiando algunos elementos de carpintería como los tiradores, repintando o colocando elementos decorativos como vinilos o nuevos revestimientos.
Los accesorios son clave para esto: cuadros, carteles, relojes, jarrones o plantas renovarán el estilo. Podemos incluso generar varios ambientes con una zona más "rural", combinando objetos de barro y esparto con artilugios de cocina de materiales más modernos, como los plásticos y los metales.
3. La parte textil también puede ser algo a tener en cuenta. Si disponemos de cortinas, manteles, seca manos, trapos y demás objetos de tela podemos combinarlos de forma más clásica con tonalidades como el verde, el blanco o el beige. Si queremos ser más rompedores, siempre podremos emplear gamas de colores diferentes, por ejemplo el rojo, el violeta o el negro.
Los estampados también pueden ser un recurso que haga que nuestra cocina se modernice y se revista con nuevas tendencias. Y si queremos hilar más fino piensa en elementos que puedan tejerse, es decir, tiradores con borlas de gancho, telas en las vitrinas de las armarios o incluso esterillas o alfombras en el suelo. ¡Solo hay que ponerle imaginación!
4. El suelo es un elemento de gran peso visual y para ello existen infinidad de combinaciones y variedades de colores y materiales. Tenemos maderas para cocina, de porcelana, microcementos y tantos como se nos ocurran. Hemos de pensar en el estilo que queremos dar y en la combinación del suelo del resto de la casa. Podemos decantarnos por algo que contraste, si por ejemplo los muebles son blancos, utilizar un suelo de color pizarra.
También emplear gamas cromáticas a juego en todos los elementos de la cocina, incluido el pavimento, como puede ser los grises, blancos, verdes y arenosos por ejemplo.
5. Otro elemento a tener en cuenta son las piezas auxiliares para cocina. Las cestas, los carritos auxiliares, la panera, los botes para guardar productos o las barras para colgar los utensilios.
También podemos ser rompedores y contraponer estilos, jugar con la madera, el metal y los materiales plásticos para generar en nuestra cocina un estilo moderno y único. Seguir con las combinaciones de colores, casar las gamas cromáticas o separarlas con estilo propio. Solo hay que dejar fluir la imaginación, tener atrevimiento y buen gusto.
Vía. http://www.libertaddigital.com